Janin Cumba, una joven de 33 años, aún está tratando de asimilar que su pueblo, Algemesí, en Valencia, nunca volverá a ser el mismo. Y es que la Dana que cayó hace una semana en la Comunidad Valenciana no solo ha arrasado municipios como Utiel, Chiva, Catarroja, Paiporta, Alfafar o Benetússer, nombres que ya serán difíciles de olvidar, sino que en total ha afectado a 70 localidades, y algunas más pequeñas y alejadas de la capital temen caer en el olvido. Las calles de Algemesí, que con una población de unos 28.000 habitantes se sitúa a 40 kilómetros de Valencia, también han quedado arrasadas y la ayuda ha tardado días en llegar, por lo que esperan que los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) continúen trabajando hasta que las calles queden despejadas, pues los vecinos no disponen de maquinaria pesada para retirar los escombros ni de bombas para achicar grandes cantidades de agua.
“En Algemesí todo el mundo ha perdido algo, su casa, su coche o su negocio, porque aunque apenas se haya hablado de este pueblo en los medios de comunicación, también ha quedado arrasado. La UME está achicando agua, pero como el nivel de devastación es tan grande, van a tardar un tiempo. Necesitamos que se queden aquí”, cuenta esta joven de Castellón a Infobae España y, aunque destaca el trabajo sin descanso que han realizado tanto vecinos como voluntarios limpiando lodo y retirando escombros, cree que “la ayuda profesional es la que puede salvar al pueblo”.
Janin explica cómo a medida que pasan los días el hedor en las calles va aumentando, pues aúnsonmuchos sitios con agua estancada a los que no se ha podido acceder. “Hay un olor muy fuerte a barro y putrefacción”, resume. De hecho, como algunas aguas y lodos están contaminados, pueden transmitir infecciones digestivas, provocando diarreas o vómitos, algo que ya ha sucedido en la familia de esta joven. “Mi hermano ha tenido gastroenteritis en los últimos dos días”, explica, por eso ante esos casos desde el Ministerio de Sanidad recomiendan a la población ponerse en contacto con las autoridades y profesionales con formación específica.
“No hay riesgo importante de enfermedades epidémicas”
Pese a la contaminación de aguas por cadáveres humanos o animales, el departamento que dirige Mónica García descarta que haya un riesgo importante de enfermedades epidémicas como el cólera o el tifus, pues “la mayoría de microorganismos no sobreviven mucho tiempo en el cuerpo humano tras la muerte” y es más probable que, en caso de que surjan infecciones, su origen provenga de los propios supervivientes.
Otro de los principales riesgos para la salud que ha dejado la DANA es el tétanos, una peligrosa infección bacteriana que podría aparecer en los cortes o heridas sufridas, además de los problemas psicológicos. En ese sentido, Janin asegura que sus familiares en Algemesí viven “como en una montaña rusa”, ya que en un mismo día se pueden mostrar tan esperanzados como abatidos y “entran en colapso”. “Es horrible. Esto es algo que va a marcar a generaciones, porque está todo arrasado, desde colegios a comercios y esos negocios no se van a poder ni traspasar ni liquidar por cierre, así que también va a haber un problema económico importante, además de los problemas que a haber en cuanto a salud mental”. “Es un cúmulo de todo”, añade.
Zona catastrófica
La poderosa tormenta que el pasado 29 de octubre cayó tanto en la Comunidad Valenciana como en puntos de Castilla-La Mancha y Andalucía ya ha dejado más de 200 víctimas mortales, si bien aún hay numerosas personas desaparecidas.
Este martes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido en la Moncloa para anunciar el paquete de medidas y ayudas dirigidas a los afectados por la riada, así como la declaración de zona catastrófica. Esta iniciativa, que ha aprobado el Consejo de Ministros, es la primera que se ha adoptado en el marco del plan de reconstrucción, que estará dividido en tres fases y que “durará el tiempo necesario para recuperar la normalidad”, ha añadido el líder del Ejecutivo.
Sánchez también ha explicado que el Gobierno ha desplegado a un total de 14.898 efectivos de policías nacionales, guardias civiles y miembros de las Fuerzas Armadas para ayudar en las labores de rescate y limpieza en la provincia de Valencia, efectivos se han visto reforzados por 287 brigadistas forestales, un centenar de agentes aduaneros, 44 médicos forenses y 600 vehículos y maquinaria especializada. Asimismo ha indicado que este despliegue ha llevado a cabo 1.300 nuevos rescates y se han distribuido 95.000 litros de agua embotellada y 18.500 raciones de alimento.
Por su parte, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha previsto chubascos localmente fuertes en Baleares, Cataluña y la Comunidad Valenciana, pero ha avisado de que “no tendrán, ni mucho menos, el carácter torrencial de las lluvias de la pasada semana”.